XII Bienal de Cerámica toca a las puertas de La Habana

Por: Rolando Silven Laffita

El Centro Hispanoamericano de Cultura, de esta ciudad, abrirá sus puertas el próximo viernes a la XII Bienal de Cerámica, Esculturas, Instalaciones y Proyectos, máximo certamen de su tipo en el país.

Con la peculiaridad de recepcionar obras destinadas a edificios públicos o espacios abiertos, el evento deviene circuito ideal para la promoción del quehacer nacional en esta manifestación del arte.

Organizada por el Museo Nacional de la Cerámica (MNC), el Consejo Nacional de las Artes Plásticas y la Oficina del Historiador de la Ciudad, esta nueva edición concilia piezas de disímiles facturas y temáticas, pero concebidas en su mayoría con técnicas de cerámica.

José Luis Pérez Nussa, promotor del MNC, explicó a la AIN que "la bienal desarrollará un intenso programa de actividades colaterales a las muestras, destacándose diferentes ciclos de conferencias a cargo de importantes ceramistas y artistas de la plástica como Agustín Villafaña y Tomás Núñez".

"Durante la inauguración en el Centro Hispanoamericano de Cultura, se abrirá la exposición Quinteto de La Habana, muestra personal de Gilberto Gutiérrez Amat, que inicia las exhibiciones que hasta el mes de agosto acontecerán en la capital", precisó.

Pérez Nussa también comentó que el jurado todavía evalúa las últimas propuestas recibidas para ser inscritas en el catálogo, pues la convocatoria estuvo vigente hasta el pasado jueves y comprendió a creadores de toda la Isla.

Entre los lauros a conceder, figura el Premio Alfredo Sosabravo, otorgado por el Consejo Nacional de las Artes Plásticas; y el Premio de la Fundación Ludwig de Cuba, que consiste en el financiamiento a un proyecto realizable durante el año siguiente.

La Comisión para el Desarrollo de la Escultura Monumental y Ambiental (CODEMA), además, hará propuestas para el posible emplazamiento de la obra una vez seleccionado el proyecto, precisa una nota del Comité organizador.

Cuba: Convocan a la XII Bienal de Cerámica

image por  AIN, en CubaSí

La XII Bienal de Cerámica, Esculturas, Instalaciones y Proyectos se efectuará en junio de este año, con tema libre y convocatoria a todos los creadores residentes en Cuba.

Auspiciada por el Museo Nacional de la Cerámica, el Consejo Nacional de las Artes Plásticas (CNAP) y la Oficina del Historiador de ciudad de La Habana, entre otras instituciones, esta edición da cabida a proyectos destinados a edificios públicos o espacios abiertos.

En nota del CNAP se consigna que las piezas no deben sobrepasar el metro de altura y el ancho o profundidad debe consultarse durante la fase de preparación.

En lo referido a las esculturas, deberán ser concebidas en técnicas de cerámica y la incorporación de cualquier otra o materiales diferentes debe ser aprobada previamente por los organizadores de la Bienal.

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Prácticas artísticas e imaginarios sociales

La Habana
Tomado de La Jiribilla
 

Convocatoria ONCENA BIENAL DE LA HABANA

Nos enfrentamos a una nueva edición de la Bienal de La Habana, que se desarrollará en circunstancias internacionales en las cuales los debates en torno a los escenarios del arte contemporáneo se han modificado sustancialmente y adquirido nuevos significados, tanto para los artistas como para las instituciones y los diferentes públicos.

Consideramos entonces oportuno dedicar esta oncena edición a evaluar cómo se comportan las relaciones entre las producciones visuales y el imaginario social. En principio debemos apuntar que cuando hablamos de imaginario social no nos estamos refiriendo a un cuerpo teórico, sino a cómo la gente imagina su espacio social y se manifiesta a través de referentes culturales e históricos, así como a la dimensión simbólica que ellos adquieren a través del arte.

El imaginario social expresa los vínculos y las relaciones de amplios grupos de personas que abarcan a toda la sociedad, compartiendo intereses comunes y estableciendo niveles de legitimidad. Es el lugar donde toman cuerpo las nociones de lo público, del espacio ciudadano y de los diferentes aspectos que posibilitan la interacción comunicativa. Aunque este concepto contiene las normativas sociales, refiere también aquellos componentes de carácter personal y de la subjetividad que indiscutiblemente pasan a formar parte de un sistema mayor. Su naturaleza lleva implícita los principales conflictos que actualmente detectamos en el entorno urbano, uno de los tejidos donde se manifiesta de manera singular.

Hoy día el agotamiento de antiguos modelos de representación social e institucional conducen a la búsqueda de anclajes y conexiones culturales como modos de reivindicar nuevas formas de convivencia y socialización, que implican otras maneras de percibir y de entender la cultura.

Si bien la industria del entretenimiento ha tratado de influir en el alcance intelectual de los  públicos con el objetivo de utilizar los discursos alternativos bajo el efecto mediático, son muchos los canales que paralelamente facilitan la comunicación y permiten el intercambio de sus significados en diferentes niveles.

En alguna medida esto favorece la formación de una audiencia mayor cuya participación se hace mucho más creativa y plural.

En el presente, el concepto de lo público incorpora escenarios transversales en su dimensión dialógica, lo que convierte a la esfera pública en el eje principal de intercambios asociados a nuevas configuraciones de los imaginarios sociales; y este proceso vuelve a adquirir una especial connotación, donde el papel del arte y sus prácticas creadoras resultan esenciales.

Ediciones anteriores de la Bienal de La Habana tomaron como objeto de interés curatorial algunas experiencias incipientes de este fenómeno. A partir de 1986, se concibiendo talleres y acciones en determinadas comunidades de la capital cubana, que expresaban la conciencia del papel de la ciudad y de sus sujetos sociales en el redimensionamiento de la implicación del arte en los diversos contextos.

Ahora no se trata de retomar los imaginarios que conforman una tradición, sino de pensar en cómo se crean discursos que implican o comprometen, en una más compleja escala, al ciudadano y al espectador. El público no debe quedarse en el lugar de culto, representado tradicionalmente por los grandes museos, los circuitos de galerías o los eventos internacionales. Es imprescindible también escuchar el ruido de la calle; debemos idear

la forma de salir de los sitios sacralizados para pensar en el transeúnte, en aquel que queda fuera de los circuitos especializados y trabajar el site especific, el time especific y el public especific. Nos interesa generar un clima de afecto y sensibilidad que parta de relaciones más primarias. Necesitamos imaginar la ciudad con la gente, en el contexto y el barrio, de modo que nos acerque a las complejidades que genera la existencia.

El arte ha ido expandiendo su espacio de acción. Las formas de actuar y los presupuestos de estructurar sus narrativas siguen generando debate. Todavía resulta polémico lo que puede ser lícito o no dentro de la presentación de la obra, así como el impacto que desde el punto de vista ético puede tener un determinado proceso de trabajo. Ante esta disyuntiva aparecen otras soluciones en la manera de crear nexos y en la elaboración de una textualidad generadora de intersecciones que hasta ahora parecían dispersas.

El modo en que entendíamos la relación del arte con la vida no se corresponde con una formulación mecánica, ni es tampoco una teleología a la cual se debe aspirar como el fin de todas las cosas. Las galerías, los centros de arte y los museos han ido incorporando de forma gradual una estrategia de promoción que favorece un compromiso con un arte más participativo y de implicación del espectador.

Sin desconocer los niveles de legitimidad y de visibilidad que producen espacios como estos, en los presupuestos conceptuales de la Bienal debe quedar clara la posibilidad que tiene la creación artística de jugar con los imaginarios que van conformando los mapas de estos tiempos. Se hace necesario además, favorecer las nuevas subjetividades que acompañan el devenir de lo simbólico y cómo se establecen las interconexiones entre los públicos, los artistas y el proceso creativo.

Proponemos enfatizar en el papel del arte en la transformación de objetos y como catalizador de sujetos sociales. Esta Bienal aspira a explorar las disímiles acepciones de lo público teniendo en cuenta las consabidas intervenciones en espacios urbanos, los proyectos de carácter interactivo, lúdicos, multidisciplinarios; los procesos de inserción social y de trabajo en las comunidades, hasta los soportes que han ampliado gradualmente los niveles de accesibilidad a la tecnología y a las actuales formas de comunicación.

Nuestro interés está dirigido a hacer pensar sobre las bases en que se constituyen las redes sociales y se convierten en espacios de socialización entre personas de diferentes partes del mundo, en los que se diluyen y se ponen a prueba los perfiles más íntimos del ser humano.

De igual modo, el arte no ha estado ajeno al deterioro del medio ambiente ni a las crisis que se han generado en las grandes urbes, una situación que nos conduce a repensar los modelos de configuración de las urbanías a partir de necesidades emergentes de sobrevivencia. La educación ambiental vuelve a ser hoy una motivación para movilizar a amplios sectores de la sociedad civil en todo el mundo.

Las advertencias hechas desde la ciencia sobre la fragilidad del ecosistema han tenido que ser retomadas socialmente. El poder hegemónico fomenta su interés bélico y consumista y asienta la relación con la naturaleza como un recurso utilitario, sin preservar las condiciones mínimas del entorno vital. Esta plataforma resulta inédita para la proyección de la esfera pública en el mundo contemporáneo.

A raíz de todas estas consideraciones, para la Oncena Bienal de La Habana es importante propiciar el diálogo entre el adentro y el afuera, trabajar con el arte vivo e involucrar de forma permanente al espectador. Nos planteamos – esta vez con mayor énfasis – convertir el contexto cubano y los escenarios públicos en un laboratorio temporal de experimentación artística.

Mayo 2011.


XI Bienal de La Habana: más conectada con la gente

Por: Susana Méndez
Fecha: 2011-05-31
Fuente: CUBARTE
 
Conferencia de prensa XI Bienal

Una vez más la Bienal de La Habana demostró su amplio nivel de convocatoria en la conferencia de prensa celebrada en esta capital, con el objetivo de realizar la presentación oficial de la oncena edición de este evento.

Se encontraban presentes Fernando Rojas Gutiérrez, viceministro de Cultura; Rubén del Valle Lantarón, presidente del Consejo Nacional de las Artes Plásticas y de la Bienal; Jorge Fernández, director del Centro Wifredo Lam, donde se celebró el encuentro, además de un número significativo de creadores, especialistas, críticos y periodistas.

Rubén del Valle, explicó que la misma se realizará del 11 de mayo al 11 de junio de 2012 en un contexto difícil para el mundo, muy desfavorable desde el punto de vista financiero, con grandes reducciones de los presupuestos destinados al desarrollo de eventos de este tipo, sin embargo afirmó que el Ministerio de Cultura de Cuba, consciente de la importancia de la Bienal no solo para Cuba, insiste en llevarla a cabo aún en las peores condiciones.

Más adelante expresó que este evento está llamado a acometer un cambio en sus modelos, pues se hace necesario reducir la cantidad de artistas participantes, lo cual hace que se convierta en un reto para estos lograr dar los conceptos que la idea curatorial está planteando.

“No obstante pretendemos que la XI Bienal siga siendo una gran fiesta del arte cubano y al igual que en las últimas ediciones, procuramos que sea un espacio de encuentro, de confrontación, de diálogo de las más diversas generaciones de artistas del país y de las más disímiles formas de creación y como es tradicional con una presencia marcada de los más jóvenes con las propuestas más novedosas”, declaró del Valle.

Jorge Fernández comentó que la Bienal siempre se ha concebido como un proceso de investigación y que en esta edición, luego de largas deliberaciones se concordó en la idea de las prácticas artísticas y los imaginarios sociales, aunque no será un solo tema, sino que se abordarán algunos fenómenos que de una u otra manera hoy se manifiestan.

Seguidamente se refirió a la importancia del tratamiento de los imaginarios públicos por las mutaciones que ha sufrido el proceso de la comunicación en función de la esfera pública con el paso del tiempo; “la realidad hoy es otra y las dinámicas sociales son diferentes, para nosotros el concepto de esfera pública es importante, no ver solo el espacio público desde la calle, es pensar también qué papel juegan los medios y la tecnología”.

Por otra parte manifestó cómo el arte cada día se está quedando un poco asfixiado en los sitios donde habitualmente se le rinde culto y se precisa pensar un poco en la gente que está en la calle, en determinados procesos que tienen que ver con la ampliación de la recepción del arte; todo lo anterior será motivo de meditación en la XI Bienal.

Expresó asimismo que desde la séptima edición se ha venido trabajando por conectar más la bienal con la gente y es la idea de los organizadores de la misma, lograr que lo que esté sucediendo en los espacios museables tenga que ver con lo que está pasando en la calle, en una estrecha relación entre el adentro y el afuera.

Interrogado acerca de la presencia de artistas cubanos que viven en el exterior en esta oncena edición, Fernández aseguró que tanto la Bienal como el propio Centro Wifredo Lam se siguen abriendo a la participación de muchos artistas de lo que se ha dado en llamar la diáspora del arte cubano.

Se aprovechó la ocasión para anunciar la delegación cubana que participará en la 54 edición de la Bienal de Venecia, a celebrarse del 4 de junio al 27 de noviembre de 2011. Son estos Eduardo Ponjuán, Duvier del Dago, Alexander Arrechea y Yoan Capote, el tema del evento es Ilumination.

Después del triunfo de la Revolución muchos de nuestros principales artistas de la plástica participaron en este evento, cabe destacar la asistencia de René Portocarrero en el 66, Wifredo Lam en el 72, Raúl Martínez y Mario García Joya en el 84; ya en el 93 asistió el cubano-norteamericano Félix González Torres y en el 99 Ricardo Rodríguez; también han participado creadores como René Francisco, Ibrahim Miranda y otros, todos de primer nivel.

Bienal de artes plásticas cambiará modelo escenográfico en Cuba…

Tomado de El Taburete

La Habana, 30 may (PL) En un contexto mundial adverso, la XI Bienal de artes plásticas de La Habana concentrará, en mayo y junio de 2012, la nómina de participantes y proyectará su modelo escenográfico a grandes espacios públicos.

En el capitalino Centro Wifredo Lam, el presidente del Consejo Nacional de esa disciplina, Ruben del Valle Lantarón, subrayó que el evento constituirá un reto para sus organizadores, dadas las limitaciones economicas que enfrenta la isla.

Con el tema Prácticas artísticas e imaginarios sociales, aprovechará las principales arterias de la ciudad, lo cual supone otro desafío para sus curadores, según el ejecutivo.

Creadores de Latinoamérica, el Caribe, Asia y Africa expondrán sus obras en el popular malecón citadino, la calle 23, la Avenida del puerto, las plazas del centro histórico y uno de los salones del Gran Teatro habanero.

De acuerdo con el director del evento, José Fernandez, sera una gran fiesta del arte cubano y posibilitará el diálogo y la interaccion de diversas generaciones con propuestas novedosas.

Señaló que el encuentro ha devenido trienal por causas ajenas a la voluntad de su comité organizador, empeñado en que siempre derive proceso investigativo en todas las modalidades.

Como vitrina que acoge también el fenómeno de la transterritorialidad, cederá espacio a la diáspora cubana que, formada en otras latitudes, mantiene vínculos con el país.

La Bienal de la Habana cumplira 28 años en 2012 y la anima el propósito de convertir el contexto cubano y los escenarios públicos en laboratorio temporal de experimentación artística.